Todas las ventajas que hayas encontrado al comprar por Internet se vendrán abajo si en ese momento dudas que el pago sea con seguridad y privacidad. Se trata, sin duda, de un miedo lícito. La relación personal con el vendedor nos ofrece otra seguridad, aunque terminemos pagando por tarjeta de crédito. Sin embargo en Internet, parece que nos encontramos más solos y desamparados en un medio desconocido y ante tanto delito informático como el que se habla en los telediarios. A pesar de que tramposos los hay en todas partes, es importante que sepas que el comercio electrónico ha ido ganando cuota de mercado y que a pesar de la crisis sólo en el primer trimestre de 2009 se han realizado 15,1 millones de transacciones por esta vía en España. Por lo tanto, puedes estar segura de que se trata de una forma de comprar que va a relanzarse aún más en los próximos años, como ya sucede en USA y en muchos de los países europeos. Y sólo hay una forma en que este crecimiento puede darse, y es dando seguridad al comprador.Siguiendo los consejos que paso a enumerarte y conociendo en profundidad los sistemas posibles de pago para buscar el que más se adecua a tus necesidades, te aseguro que no volverás a dudar ante una compra que te interese.
Prudencia. En Internet como en cualquier compra que realices siempre es mejor comparar productos y precios. No te dejes llevar por la primera impresión. Recuerda el tiempo que te estás ahorrando en transportes y dedícalo a las búsquedas en la red. Desde luego que en Internet encontrarás precios más bajos, pero eso no significa que se regalen duros a peseta. Desconfía de los chollos exagerados y aplica lo que ya hemos dicho: prudencia.
Información del vendedor. El sitio Web debe ofrecerte información para tu seguridad. Parece lógico desconfiar de aquellas páginas que sólo dan un teléfono. Siempre es una garantía poder tener las mayores referencias de la empresa vendedora: dirección, correo electrónico, teléfono de atención al cliente.
Características de la Web. Puedes observar si has entrado en un sitio seguro desde tu navegador: así será si lleva las letras https://, o si ves la imagen de un candado cerrado o una llave. También los antivirus nos informan del grado de seguridad de la página. Por otra parte desconfía de páginas con errores ortográficos y que dan una sensación poco trabajada. Si quieres más certidumbre llama por teléfono y sal de dudas.
Condiciones. Siempre ha existido la letra pequeña ¿verdad? Pues en tus compras en Internet debes buscar las condiciones de venta y la política de privacidad. Antes de realizar tu compra tienes que conocer quien paga los gastos de envío, o qué es lo que pasa si hay que descambiar la prenda. También te interesarán las condiciones de entrega, las formas de pago y el uso que vayan a dar a nuestros datos personales. En cualquier caso debes tener muy claro que como consumidor tienes los mismos derechos y deberes que si compraras en una tienda tradicional.
Datos personales. Está claro que durante el proceso de compra tendrás que dar tu nombre y la dirección a la que quieres que se te envíe el pedido. El resto no estás obligado a rellenarlo, así que depende de ti hacerlo o no.
Pago. Este es el punto definitivo. Entre las múltiples alternativas que puede poner a tu disposición el vendedor está el pago con tarjeta de crédito (VISA, MASTER CARD o las de débito), cheque bancario, transferencia, contrareembolso y PayPal. Desde luego, si tienes dudas, la más cómoda y seguro es el contrareembolso. El pago con tarjeta de crédito es seguro siempre que compruebes que el sistema tiene las garantías de alguna entidad bancaria. Y uno de los sistemas más extendido por rápido, fácil y seguro es PayPal. Su esencia es muy simple. Abres una cuenta por Internet que te permite ingresar el valor de tus compras desde una entidad bancaria o desde la tarjeta de crédito y luego el vendedor recibe ese importe desde PayPal. Así tus datos bancarios han quedado preservados. Eso sí, cuando finalices tu compra deberás poder contar con un resguardo en el que conste el artículo que has adquirido, su importe y los datos de la empresa vendedora. Y si con todo esto aún tienes problemas no te creas que estás sola, asociaciones de consumidores y el Centro de Respuesta a Incidentes de Seguridad (CERT) están para ayudarte.
