
Para el cuidado de la piel Elizabeth Arden te propone tónicos y cremas para limpiar el rostro, para ojos y labios, hidratantes, de noche, máscaras revitalizadoras, reafirmantes, y tratamientos antiedad donde las ceramidas son reinas indiscutibles, pues hacen que la piel forme una barrera para proteger y mantener la hidratación. La variedad es tal que es necesario que tengas claro el objetivo que pretendes. En principio resulta muy interesante utilizar un serum, que elimina arrugas, minimiza manchas e ilumina la tez, como el Good Morning Skin Serum. Existe también un tratamiento preventivo (Intervene) para mujeres de entre 25 a 39 años, que busca aumentar las defensas naturales de la piel y así mantener la luminosidad, y otro para pieles más maduras que lleva poderosos antioxidantes (Prevage). También se da respuesta a casos más concretos, como piel sensible, problemas de firmeza, bolsas bajo los ojos, patas de gallo, protección solar o hidratación y cuidado corporal en general. También hay cosméticos para hombres.
Entre los productos de maquillaje hay que destacar la última creación que es una base en polvo, Pure Finish, que además de eliminar las imperfecciones de la piel lleva protección 20 y cuesta unos treinta euros. Polvos bronceadores, sombras de ojos, máscaras, barras de labios y eyeliner para todo tipo de piel, te ayudarán a dar luz y belleza a la tez. Podrás conseguirlos online en tiendas como paris.cl, shopstyle.com o drugstore.com. Y si son los perfumes los que más te atraen prueba alguno de la famosa gama 5th Avenue; el clásico contiene mandarina, tilo y lila con vainilla, ámbar, almizcle, ylang-ylang, jazmín y violeta. Otros son los de Té verde, los Red Door, el Mediterraneo, el Sun flower y el Pretty perfume. Para hombre se puede elegir entre la colonia de sándalo y la Daytona 500.
En resumen, una gama amplísima, exclusiva y de altísima calidad, que se vende en más de noventa países, entre ellos asiáticos, que como es sabido tienen una gran tradición en el cuidado de la piel. Esta es la herencia de Florencia Nigthingale Graham, pues ese era el verdadero nombre de Elizabeth Arden, que bajo las premisas de que para estar bella era esencial comer frugalmente y hacer ejercicio, levantó un Imperio que no ha perdido un ápice de su prestigio a día de hoy.