Estábamos en la oficina, y Gloria que trabajaba en la mesa de al lado, nos preguntó si comprábamos online en un club de venta privada, pues ella llevaba haciéndolo mucho tiempo. Hablábamos mi amiga Nuria y yo, de que nuestro armario necesitaba urgentemente una renovación pero no teníamos ni tiempo ni mucho dinero para hacerlo. A mí, la verdad, eso de no tener el producto en la mano me mosqueaba bastante. A saber la calidad de la tela, si vendrá bien confeccionada o la talla será adecuada. Pero Gloria insistió tanto en las bondades del método que decidimos mirar lo que nos decía. Ella se había apuntado a varios clubs de moda. Nos hizo una demostración práctica, y en media hora habíamos saltado de Glamounity a BuyVIP, y de ésta a Compralia. Me asombró ver la cantidad de productos que tenían, todos de marcas conocidas y a un precio que me hizo darme cabezazos contra la pared pensando en lo que había pagado por prendas parecidas hacía poco más de seis meses.Gloria me propuso presentarme como nueva socia, porque en casi todos los clubs era necesario que alguien te introdujese, además de esa forma ella conseguía un descuento de 5 euros para su próxima compra. Le dije que si. Luego miré un poco más por mi cuenta para ver qué otros clubs podían interesarme. Lo cierto es que al comenzar a hablar de este tema resultaba que todo el mundo parecía conocerlo. Cada cual me contó su historia particular, pues no siempre las experiencias habían sido maravillosas, pero en conjunto los clubs resultaban una opción muy recomendable. Los mayores problemas surgían a la hora de recibir los pedidos, pues en algunos casos se alargaban en el tiempo más de lo deseable. En realidad no parecía que la cosa fuese peor que cuando compras un mueble en una tienda y hay problemas con los portes.
Dos clubs que me recomendaron bastante fueron el Club Outlet, que es una tienda privada española, con surtido amplio y original, y el Vipventa, que tiene un centro comercial virtual llamado Vipmall con varias avenidas especializadas en ocio, moda, nuevas tecnologías y un largo etcétera. Me comentaron que eran más de un millón de socios, lo que indicaba que debía funcionar muy bien puesto que tanta gente le había elegido. Y así empecé a funcionar en los clubs de moda online. Ahora compro prácticamente de todo desde mi casa, y si algo no me gusta lo devuelvo sin problemas.
Los clubs funcionan de la siguiente forma: Desde el momento que te inscribes te empiezan a enviar ofertas de promociones. Las ofertas suelen durar pocos días. Lo habitual es que sean de uno a siete, por lo que si te interesa algo debes ser rápida, porque como te confíes ya se te habrá pasado el tiempo. Te ofrecen productos que adquieren directamente a los fabricantes y que luego puedes ver- y yo veo, os lo aseguro- en la tienda, con unos precios incrementados desde un treinta hasta un setenta o setenta y cinco por ciento. A veces incluso sus promociones sólo son para los miembros del club y no se encuentran esos artículos en la calle. Ya no tienes que esperar a las rebajas para comprar lo que te gusta o necesitas. Y ahorras un montón de dinero.
Para mi marido encontré el Club Premiere, especializado en calzado artesanal para hombre, y el Club de Caballeros, que tiene ropa muy de su estilo y una buena cosmética. Y para mis hijos el Private Urban me ha evitado muchas esperas horrorosas y dolores de pies. Tienen ropa deportiva tipo street, skate, snow y surf, y a ellos les encanta. Ahora me han hablado de BeFashion. Debe ser fantástico, pues ofrecen el asesoramiento de un personal shopper para ayudarte a comprar las prendas que mejor te vayan. Además te recomiendan las mejores tiendas y ofertas en restaurantes y bares de tu ciudad.
Si con todo lo que he contado os animáis también a formar parte de estos clubs, voy a daros unas pequeñas y prácticas recomendaciones, que por obvias parece que no las damos importancia pero sí la tienen: Antes de hacer un pedido entérate del teléfono o mail del servicio al cliente, no sea que luego tengas algún problema y andes perdida y mosqueada sin saber a quien dirigirte. Sé muy cuidadosa con la talla pues aunque te pueden cambiar la ropa es un engorro tener que estar pendiente de ello y, por supuesto, no tires el embalaje original hasta que no compruebes que todo está en orden.
